Rick Riordan. Mitología y dislexia
Érase una vez un muchacho con THDA, dislexia y problemas de adaptación que un buen día descubrió que era hijo de Poseidón , el dios griego de los océanos. Y que sus supuestos trastornos eran en realidad una suerte de superpoderes. Chulo, ¿eh? Pues de eso va Percy Jackson y el ladrón del rayo , la novela en la que se basa una película que pusieron un día que iba yo en el AVE y que, a falta de otra cosa mejor que hacer, decidí ver por curiosidad. Para mi sorpresa, resultó una experiencia tan entretenida como interesante. Aunque su factura era algo endeble y casi televisiva (cutre, vamos), como aficionado a la mitología antigua conecté fácilmente con la premisa, los personajes y ese universo que fundía lo ancestral con lo contemporáneo. Ha estado bien, pero seguro que es mejor el libro , pensé mientras el tren se detenía en la estación de Zaragoza-Delicias para soltar a unos viajeros y recoger a otros. Y es que yo, que procuro estar enterado de cuantas más cosas inútile