La Historia Interminable olvidada
Érase una vez un humilde novelisto al que le pareció feo crear un blog y no contarte alguna cosa sobre sí mismo al margen de la biografía oficial . Ese tipo soy yo, y aunque aquí lo que pretendo es publicar contenidos interesantes, hoy toca post autobiográfico. Dicho de otra forma: te voy a contar mi vida . O parte de ella. A cambio, y como recompensa o represalia, te invito a que en los comentarios me cuentes la tuya. Puede ser una bonita terapia de grupo. Pero no te preocupes, que me voy a saltar las partes aburridas (gestación, nacimiento, biberones, primeros pasos, prórrogas del servicio militar, etc.) para ir directamente a la parte que importa: cómo y por qué me convertí en un entusiasta del arte y la ficción. En un artficcionado , vaya. Empecemos, pues, por el principio. La culpa es de los padres Como casi todo. El mío era lo peor. Desde muy pequeñito me sorbió el seso y ya nunca me recuperé. Se empeñaba en regalarme libros y llevarme a museos, y me obl